La presentación de declaraciones de impuestos lleva mucho tiempo y requiere un don especial para los números y seamos sinceros: no todas las personas tienen tiempo, competencia numérica o ambos. En este caso, sería prudente buscar ayuda fiscal. Si bien puede costarle un poco más, a veces contratar a un profesional es el camino a seguir, y además le ahorra la irritación que a menudo acompaña a la presentación de impuestos.

Sin embargo, antes de salir y pagarle a alguien para que presente sus impuestos, debe verificar algunas cosas.

Una de las primeras cosas que deberá verificar es cómo se compensará a su profesional. ¿Es por hora (lo más probable), por trabajo o algo más? ¿Y entonces cuánto cobra esta persona? ¿Valdría la pena pagar mucho por una pequeña devolución o le iría mejor buscando a otra persona? Entra sabiendo que las tarifas de contingencia (o tarifas basadas en un porcentaje de tu declaración de impuestos) no están permitidas y también ten en cuenta que cualquiera que diga que puede obtener un rendimiento más alto que otros preparadores porque en realidad, cualquier preparador de impuestos debería generar básicamente el mismos números.

Consulte las credenciales y calificaciones del profesional. También debe asegurarse de comprender lo que significan. Parte de lo que un preparador acepta es firmar la declaración y prepararla correctamente; el profesional que contrate es legalmente responsable de su devolución, pero aún así debe tener cuidado con a quién elige y asegurarse de comprender exactamente qué puede hacer. Asegúrese de que el preparador de impuestos esté en buenos términos con el estado y el IRS para que no contrate a una falsificación para presentar sus impuestos.

Al igual que con todo lo importante con respecto a su dinero, no contrate a nadie sin investigar otras opciones. Haga su tarea y asegúrese de contratar a la mejor persona que pueda. Este es su dinero y no quiere correr demasiados riesgos. Encontrar ayuda con los impuestos no es difícil, pero debe ser cuidadoso y exigente cuando se trata de elegir un preparador de impuestos. ¡Es tu dinero, así que te mereces lo mejor que puedas encontrar!