Por alguna razón, muchas personas actúan como si enseñar a los adolescentes sobre las cuentas corrientes fuera algo que debería ser mal visto, o al menos prohibido hasta que estén más cerca de la mayoría de edad. En realidad, esperar hasta el último minuto para comenzar a enseñarle a un adolescente sobre la mejor manera de manejar una cuenta corriente garantiza al menos una cosa, y eso es hacer que la vida del adolescente sea más difícil de lo necesario.

No es tan difícil enseñar este tema, y ​​si usa las pautas enumeradas aquí, entonces no debería tener ningún problema y muy poco riesgo al hacer el trabajo.

Conozca a su adolescente. * Considerando que una cuenta corriente tiene el potencial de permitir que un adolescente imprudente se meta en muchos problemas financieros, realmente necesita saber si su adolescente puede soportar tener una. Si su hijo adolescente no es tan maduro, es posible que se enfrente fácilmente a algunos cargos por sobregiro.

Empiece de a poco. * Antes de salir y abrir una cuenta corriente con su hijo adolescente, intente practicar primero. Por ejemplo, si le da una mesada a su hijo adolescente, haga que finja que usted es un banco (por lo general, esto está mal visto, pero si se hace correctamente es un método eficaz de preparación). Haga que mantengan un registro de lo que se supone que deben obtener y lo que usan, tal como lo harían con una cuenta corriente. Siempre que quieran comprar algo y no tengan efectivo a mano, pídales que escriban un «cheque» para recibir sus fondos. Esto les hará acostumbrarse a llevar un registro del dinero que gastan, así como a saber cómo llenar un cheque.

Obtenga una cuenta real. * Después de que su adolescente haya demostrado que puede manejar la práctica de las cuentas corrientes, busque una cuenta real. Muchos bancos y uniones de crédito locales ofrecen productos como cuentas corrientes para estudiantes que están dirigidos a clientes más jóvenes. Sin embargo, si no puede encontrar un banco que tenga, o permita, que un menor abra una cuenta corriente, puede considerar la posibilidad de abrir una cuenta conjunta con su hijo adolescente.

Vigile de cerca la cuenta. * Una vez que tenga la cuenta abierta, asegúrese de tomarse el tiempo para repasar los estados de cuenta con su hijo adolescente.

Esto les permitirá a usted y a ambos ver cómo está la cuenta y si todavía hay cheques pendientes en circulación. Además, te permitirá señalar hábitos de gasto, ya sean buenos o malos, y mostrar la necesidad de equilibrar la chequera. Una cosa que realmente debe tener en cuenta, y para lo que debe estar preparado, es que si hay cargos por sobregiro en esta cuenta en particular, deben ser manejados por el mismo adolescente. Quite el talonario de cheques hasta que se manipulen, pero permítales manejar las consecuencias como cualquier otra persona debería hacerlo.