Lidiar con las interrupciones en el trabajo es una de las habilidades de oficina más vitales y poco enseñadas. ¿Con qué frecuencia alguien, o algo, lo interrumpe durante los momentos más inconvenientes mientras trabaja en algo? Cuando está absorto en sus pensamientos y trabajando duro, incluso una pequeña interrupción que solo toma uno o dos minutos, puede terminar costándole diez o quince minutos de trabajo productivo. Si bien esto puede no parecer mucho a primera vista, pero a lo largo de una jornada laboral de ocho horas, estas interrupciones pueden terminar costándote una o dos horas de tiempo productivo. A continuación, presentamos algunas estrategias que puede utilizar para comenzar a lidiar con las interrupciones en el trabajo.

Establece algunas reglas básicas. Cuando esté en el trabajo, no tema establecer algunas reglas básicas para sus compañeros de trabajo. Por ejemplo, puede crear algunas «horas de oficina» en las que la gente pueda entrar y hablar con usted sin una cita. Si bien es posible que esto no funcione en todas las situaciones si mantiene la práctica, se convertirá en un hábito para sus compañeros de trabajo. Pregunte cuánto tiempo llevará esto. No tema preguntarle a alguien cuánto tiempo durará la conversación. No es necesario que sea descortés al respecto, pero al pedir un tiempo aproximado puede determinar si tiene o no tiempo libre para dedicarlo a su nueva tarea. Si no tiene tiempo en ese momento, pregunte si pueden reprogramar para más adelante. ¿Necesita su atención personal? Si lo interrumpen por algo «importante», no tema preguntar si necesita su atención personal o no. Se sorprenderá de la frecuencia con la que realmente no es así. En aquellas situaciones en las que no es así, delegue la tarea a otra persona. También puedes preguntarle a la persona que te interrumpe lo que piensa y, si su idea suena bien, puedes seguirla. Deja pistas. Deje pistas sutiles o pistas de que en realidad está siendo interrumpido en su trabajo. Por ejemplo, puede dejar la puerta de su oficina cerrada o colgar un letrero de «No molestar» fuera de su espacio de trabajo. Cuando alguien ingrese a su área de trabajo y solicite un momento de su tiempo, levántese de su escritorio para saludarlo. Al levantarte y saludar a la persona, siempre puedes usar volver a tu escritorio como una pista no verbal de que has terminado con la discusión. **