Preparando a la familia para las malas noticias
¿Alguna vez se ha encontrado en la posición de tener que preparar a su familia para las malas noticias? Para la mayoría de la gente, esta es una situación imposible. Después de todo, ¿cómo se prepara realmente a la familia para las malas noticias? La respuesta es comenzar por prepararse. Si se organiza, reconoce y se prepara antes de hablar con su familia sobre la situación, puede estar en una mejor posición para ayudarlos a lidiar con la noticia.
Tenga en cuenta que este proceso nunca será particularmente fácil de lograr. Si bien no puede eliminar por completo el dolor y la dificultad de dar malas noticias a la familia, hay algunos pasos que puede tomar para limitar el trauma. A continuación, presentamos algunos métodos que puede utilizar para comenzar a preparar a la familia para las malas noticias.
Relación actual. Si bien a todos nos gustaría pensar que este no es el caso, hay momentos en que los miembros de la familia simplemente no se llevan bien. Antes de hablar con este miembro de la familia en particular, piense honestamente en su relación actual con él. ¿Qué tan bien se llevan con ellos y qué tan cerca están el uno del otro? Exprese sus palabras en consecuencia y esté preparado para ofrecer todo el apoyo posible. Ubicación. No importa cuánto nos guste pensar eso, un área pública no es un buen lugar para dar malas noticias. Trate de tener una ubicación privada cómoda que pueda usar para tener su conversación. Antes de comenzar su conversación, cierre las puertas y apague la música o la televisión que pueda estar encendida. De esta manera, elimina cualquier distracción y demuestra que está interesado e involucrado en la conversación en cuestión. Estado emocional actual. Antes de dar la mala noticia, tenga en cuenta su propio estado emocional actual. Cuando se les somete a malas noticias, las personas tienden a reaccionar mal. Dese tiempo para procesar la información antes de compartir la carga con otra persona. Validar y reconocer emociones. Cuando empiece a compartir las malas noticias con los miembros de su familia, tenga en cuenta que tendrá una situación volátil en sus manos. Recuerde, las personas tienden a reaccionar mal cuando se les da una mala noticia y, como tal, nunca debe tomar lo que se dice personalmente. Más bien valide y reconozca lo que siente otra persona. No diga, bajo ninguna circunstancia, que sabe por lo que está pasando la otra persona.
Al contrario de lo que pueda creer, esto no refuerza un vínculo; más bien, menosprecia las emociones y los sentimientos por los que están pasando actualmente. Al mismo tiempo, nunca uses una frase como «No puedo imaginar lo que sientes y lo que estás pasando. Ten mucho cuidado y ten en cuenta que nunca puedes equivocarte si simplemente te sientas ahí y escuchas lo que te dicen. Están diciendo. Tenga un plan en marcha. Cuando se dan malas noticias, las personas tienden a no pensar con mucha claridad. Esto significa que es posible que usted deba ser el que ayude a elaborar un plan de acción. Antes de dar malas noticias al miembro de la familia , piensa en algunas opciones que puedes presentar si te lo piden. No fuerces ningún plan específico a nadie, sino dales varias opciones para elegir. Ayúdalos a tomar una decisión, en lugar de dejarlos para que tomen todas las decisiones ellos mismos. Usted está allí para apoyarlos, y debe recordar apoyarlos cuando sea necesario. **