Trabajar con fechas límite
Plazos: todos los tienen, lo quieran admitir o no. Para algunos, la fecha límite es asegurarse de que tengan un artículo determinado terminado antes de la fecha de publicación; para otros, una fecha límite significa tener que llegar a la escuela de sus hijos a tiempo. Cualquiera sea el motivo, trabajar con plazos es una práctica común. Desafortunadamente, muchas personas tienen la misma idea errónea sobre los plazos. No son algo para temer, sino algo para abrazar. Aquí hay algunas pautas que pueden ayudarlo a organizarse un poco más en su vida al trabajar con fechas límite.
Los plazos tienen poder. * ¿Alguna vez ha notado cómo un proyecto, tarea o elemento que debe terminarse en un tiempo determinado se termina invariablemente? Esto se debe al poder que tienen los plazos. Hay un impulso casi inconsciente, y a veces una presión muy consciente, de hacer las cosas rápidamente si hay una fecha límite.
Sea realista. * Si está dispuesto a trabajar con plazos, hay una cosa en la que debe estar por encima de todo, y es realista.
Los plazos pueden ser de gran ayuda siempre que sean realistas. Por ejemplo, darte una semana para construir un cohete a la luna no es de ninguna manera realista en la imaginación. Sin embargo, fijarse un límite de tiempo de una hora para escribir unas 400 palabras para un informe es totalmente aceptable y razonable.
Esté preparado. * Una de las claves para trabajar con plazos es estar preparado. Esté preparado para seguir adelante con ellos, ya que son un compromiso. Básicamente, una fecha límite es una promesa para usted y los demás de que tendrá un proyecto completado en un tiempo determinado. Esté preparado para cumplir con ese compromiso. Otra forma en que debe estar preparado es asegurarse de tener todas las herramientas necesarias para completar la tarea a mano de manera oportuna. Por ejemplo, si tiene una fecha límite para terminar de construir una terraza en su patio trasero en los próximos tres días, es un poco difícil hacer el trabajo si no tiene la madera, las herramientas o los clavos necesarios.
Limite las distracciones. * Sin lugar a dudas, la pesadilla de todos los plazos son las distracciones, y deben eliminarse si es posible, y al menos limitarse. En pocas palabras, una distracción es cualquier cosa que desvíe su atención de la tarea en cuestión. Por ejemplo, contestar un teléfono puede no parecer una gran distracción al principio. Sin embargo, si suma el tiempo que lleva detener su trabajo, contestar el teléfono, hablar con la persona al otro lado de la línea, colgar y luego volver al trabajo, se sorprenderá de cuánto tiempo tiene exactamente. se ha perdido. En promedio, una simple conversación de 30 segundos de sí o no puede consumir unos 5 minutos de tiempo de trabajo. Multiplique esto a lo largo del día y podrá ver exactamente con qué rapidez se acumulan las distracciones.