Muchas veces surge la pregunta: «¿Cómo comprimo un archivo o carpeta en Windows?» Si bien la razón para hacerlo es obvia (para liberar espacio en disco), la motivación detrás de la pregunta es algo que quizás desee considerar. Por un lado, el espacio en disco es relativamente barato en estos días. Muchas computadoras portátiles nuevas vienen con un disco duro de 500 GB y puede obtener unidades de 1 TB sin gastar mucho más. Y no nos olvidemos de los discos externos y el almacenamiento en la nube. Agregue todo esto al hecho de que la compresión de archivos realmente puede no ahorrarle tanto espacio y que aumenta el tiempo de procesamiento al acceder a un archivo comprimido, y puede comenzar a preguntarse si realmente vale la pena comprimir archivos.

Si tiene archivos de texto enormes, generalmente se comprimirán bien, pero la mayoría de las veces los archivos que ocupan la mayor cantidad de espacio son archivos binarios, y comprimirlos generalmente no le ahorrará mucho espacio. No obstante, si desea comprimir un archivo, ciertamente puede hacerlo, y con bastante facilidad. Simplemente haga clic con el botón derecho en el archivo y elija Propiedades. En la pestaña General, haga clic en el botón Avanzado.

(Ver figura 1)

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Figura 1. Página de propiedades de un archivo.

Una vez que hace clic en Avanzado, aparece otra página donde puede marcar la casilla que indica que el archivo debe comprimirse. (Ver figura 2)

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Figura 2. Configuración del archivo a comprimir.

Ahora, cuando acepte salir de los cuadros de diálogo, verá (suponiendo que su configuración lo permita) su archivo recién comprimido en otro color.

(Vea la figura 3.)

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Figura 3. El archivo comprimido codificado por colores en el Explorador de archivos.

Además, si observa de cerca, puede notar que el ícono del archivo tiene un ligero cambio en la esquina superior derecha, lo que también le indica que está comprimido.

Para descomprimir el archivo, simplemente regrese y desmarque la casilla en la ventana de diálogo Propiedades avanzadas, y su archivo se restaurará a su estado original.

Las carpetas comprimidas son una característica interesante de Windows. Si marca una carpeta como comprimida, cualquier archivo que coloque en esa carpeta se comprimirá automáticamente. Marca una carpeta como comprimida de la misma manera que marca un archivo como comprimido, es decir, haga clic con el botón derecho en la carpeta y elija Propiedades. Luego haga clic en Avanzado. Luego haga clic en la casilla de verificación para comprimirlo.

Este consejo (375) se aplica a Windows 10.